Por Mercedes Dìaz Solìs.
La maravillosa historia del niño Jesús, concluye con
la rosca del 6 de enero, una
tradición que prevalece de generación en generación.
A la rosca de reyes le antecede una bella
historia de fe y sacrificio de tres hombres que siguieron una estrella luminosa
hasta Belén para adorar al Niño Dios.
Esta historia se fue apoderando de los corazones
de muchas personas y continuó como un mensaje de paz para los fieles de la
religión católica y hoy, en general, para todas las personas mexicanas.
“La tradición no ha cambiado, es más importante
que los festejos del 24 de diciembre”, indican algunas personas “Este día
convierte a la ciudad de San Cristóbal en una mezcla de ideas, convivencia, fe
y tradición en donde se integra el comercio con tiendas repletas de juguetes y los magos andan por doquier
buscando lo que mejor para el bolsillo. Sin embargo no se debe olvidar, la importancia inicia en los valores
inculcados, esos que perduran para siempre. Feliz día de Reyes.
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